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¿Es posible un crecimiento armónico de la sociedad?
Esfuerzos deben estar orientados a fortalecer el ámbito económico, mediante la promoción del trabajo creativo, productivo y constante
La respuesta categórica es sí. Se inicia cuando una determinada sociedad plantea como necesidad la instrumentación de iniciativas que contribuyan con el desarrollo integral de la población, que se involucren a todos los factores de la sociedad, incluido, por supuesto, el Estado en sus diferentes niveles de gobierno: local, regional y nacional.
Para procurar un crecimiento armónico, real y efectivo, de la sociedad, es decir, un desarrollo sostenible en el tiempo y sustentable en su funcionabilidad, los esfuerzos deben estar orientados a fortalecer el ámbito económico, mediante la promoción del trabajo creativo, productivo y constante. Asimismo, a través de la esfera cultural educacional, fortalecer el sentimiento de pertenencia de cada individuo y la responsabilidad que eso implica, con respecto a la sociedad de la que forma parte.
También, se hace necesaria la alineación permanentemente de los esfuerzos educativos sobre los aspectos de convivencia ciudadana, a fin de garantizar la funcionabilidad de los centros urbanos donde se concentra la población y asegurar su habitabilidad sobre la base de la coexistencia pacífica de todos los individuos.
Otro aspecto importante es la dimensión cultural recreacional, que no es más que el goce y disfrute de las opciones de esparcimiento en forma segura, gratificante enriquecedora en lo individual y constructiva en lo colectivo, dentro de las regulaciones y normas que la sociedad impone.
El aspecto de la salud pública y sanitaria es determinante para garantizar un cuerpo de ciudadanos físicamente actos para su participación laboriosa, en pro del progreso requerido por la sociedad. Esto amerita la instrumentación de un conjunto de políticas públicas, de largo aliento y de aplicación sostenida, que consolide estándares sanitarios óptimos para la colectividad. Desde luego, esto implica la inversión de cuantiosos recursos económicos para alcanzar los objetivos propuestos.
La cuestión ambiental es uno de los aspectos que cobra gran relevancia actualmente, dada la vulnerabilidad del medio ambiente, debido a las características e impacto globalizado de la explotación de los recursos naturales en forma intensiva por parte del hombre, que ha llegado a amenazar la continuidad de la vida en el planeta. Esta realidad obliga a accionar en forma imperativa medidas para la preservación, uso y administración racional del entorno-bioma, el cual determinará la calidad de vida de la población. Un cambio en el patrón climático puede generar consecuencias negativas en la estabilidad social.
En relación con la gobernabilidad, se impone la necesidad de un sistema político sólido, conjuntamente con el ejercicio pleno de las libertades civiles, así como el respeto a las leyes y la garantía del cumplimiento de los principios consagrados en la carta magna. Esto favorece el fortalecimiento de la institucionalidad y consolida canales y métodos de relacionamiento de los actores sociales en un clima de paz y armonía sustentable.
Por otra parte, el sector privado debe hacer su respectivo aporte y trabajar a favor de una sociedad más justa, con mayor equidad. Igualmente, le corresponde participar en la promoción y construcción de las condiciones que permitan a los ciudadanos desarrollar su talento, a fin de que tengan la capacidad y oportunidad de contribuir con su trabajo al bienestar general, en convergencia con el factor capital.
La clave para lograr un crecimiento armónico es tener una clara visión integral del entorno, que permita disponer de un inventario preciso de la problemática que aqueja a la población en sus diferentes formas de organización. Esto permitirá a los distintos actores que participan en la promoción de iniciativas a favor de la sociedad, a elaborar respuestas oportunas y asertivas en pro de superar las deficiencias y carencias identificadas en las diversas comunidades estudiadas.
Desde luego, esto implica la estructuración de equipos técnicos multidisciplinarios que cuenten con el apoyo efectivo de las instituciones públicas y privadas que hacen vida en el país, además, de un liderazgo capaz de aglutinar los esfuerzos técnicos en dirección a los objetivos propuestos: forjar prosperidad y bienestar general.
El apoyo requerido debe ser de carácter político, no partidista, donde la institucionalidad del Estado-nación prevalezca sobre las parcialidades interesadas, donde la búsqueda del bienestar colectivo sea la premisa de acción para estructurar las respuestas adecuadas que amerita la sociedad.
De igual forma, es fundamental el aporte económico, continuo y constante que garantice la culminación del trabajo técnico a emprender, y luego transitar la fase de instrumentación, que permitirá mostrar la concreción del esfuerzo realizado en favor de la colectividad, reafirmando así con hechos las bondades de la integración y cooperación de todos los actores que conforman la sociedad.
Para procurar un crecimiento armónico, real y efectivo, de la sociedad, es decir, un desarrollo sostenible en el tiempo y sustentable en su funcionabilidad, los esfuerzos deben estar orientados a fortalecer el ámbito económico, mediante la promoción del trabajo creativo, productivo y constante. Asimismo, a través de la esfera cultural educacional, fortalecer el sentimiento de pertenencia de cada individuo y la responsabilidad que eso implica, con respecto a la sociedad de la que forma parte.
También, se hace necesaria la alineación permanentemente de los esfuerzos educativos sobre los aspectos de convivencia ciudadana, a fin de garantizar la funcionabilidad de los centros urbanos donde se concentra la población y asegurar su habitabilidad sobre la base de la coexistencia pacífica de todos los individuos.
Otro aspecto importante es la dimensión cultural recreacional, que no es más que el goce y disfrute de las opciones de esparcimiento en forma segura, gratificante enriquecedora en lo individual y constructiva en lo colectivo, dentro de las regulaciones y normas que la sociedad impone.
El aspecto de la salud pública y sanitaria es determinante para garantizar un cuerpo de ciudadanos físicamente actos para su participación laboriosa, en pro del progreso requerido por la sociedad. Esto amerita la instrumentación de un conjunto de políticas públicas, de largo aliento y de aplicación sostenida, que consolide estándares sanitarios óptimos para la colectividad. Desde luego, esto implica la inversión de cuantiosos recursos económicos para alcanzar los objetivos propuestos.
La cuestión ambiental es uno de los aspectos que cobra gran relevancia actualmente, dada la vulnerabilidad del medio ambiente, debido a las características e impacto globalizado de la explotación de los recursos naturales en forma intensiva por parte del hombre, que ha llegado a amenazar la continuidad de la vida en el planeta. Esta realidad obliga a accionar en forma imperativa medidas para la preservación, uso y administración racional del entorno-bioma, el cual determinará la calidad de vida de la población. Un cambio en el patrón climático puede generar consecuencias negativas en la estabilidad social.
En relación con la gobernabilidad, se impone la necesidad de un sistema político sólido, conjuntamente con el ejercicio pleno de las libertades civiles, así como el respeto a las leyes y la garantía del cumplimiento de los principios consagrados en la carta magna. Esto favorece el fortalecimiento de la institucionalidad y consolida canales y métodos de relacionamiento de los actores sociales en un clima de paz y armonía sustentable.
Por otra parte, el sector privado debe hacer su respectivo aporte y trabajar a favor de una sociedad más justa, con mayor equidad. Igualmente, le corresponde participar en la promoción y construcción de las condiciones que permitan a los ciudadanos desarrollar su talento, a fin de que tengan la capacidad y oportunidad de contribuir con su trabajo al bienestar general, en convergencia con el factor capital.
La clave para lograr un crecimiento armónico es tener una clara visión integral del entorno, que permita disponer de un inventario preciso de la problemática que aqueja a la población en sus diferentes formas de organización. Esto permitirá a los distintos actores que participan en la promoción de iniciativas a favor de la sociedad, a elaborar respuestas oportunas y asertivas en pro de superar las deficiencias y carencias identificadas en las diversas comunidades estudiadas.
Desde luego, esto implica la estructuración de equipos técnicos multidisciplinarios que cuenten con el apoyo efectivo de las instituciones públicas y privadas que hacen vida en el país, además, de un liderazgo capaz de aglutinar los esfuerzos técnicos en dirección a los objetivos propuestos: forjar prosperidad y bienestar general.
El apoyo requerido debe ser de carácter político, no partidista, donde la institucionalidad del Estado-nación prevalezca sobre las parcialidades interesadas, donde la búsqueda del bienestar colectivo sea la premisa de acción para estructurar las respuestas adecuadas que amerita la sociedad.
De igual forma, es fundamental el aporte económico, continuo y constante que garantice la culminación del trabajo técnico a emprender, y luego transitar la fase de instrumentación, que permitirá mostrar la concreción del esfuerzo realizado en favor de la colectividad, reafirmando así con hechos las bondades de la integración y cooperación de todos los actores que conforman la sociedad.
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